Por algún dato tenemos que empezar la reflexión. ¿Qué pasa con la actual revolución en la tecnología y el empleo 2021-2022? Evito las referencias ideológicas, por ahora, para centrarme en algunos datos abiertos, disponibles y discutibles pero fundamentados que nos ayuda a entender las dimensiones del cambio en el empleo. Me parecen interesantes los que aporta el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en ingles). En concreto empezaremos por estudiar un informe que por ser el 2018 no ha perdido actualidad .
Las tendencias positivas y negativas que nos afectarán hasta el 2022
Lo que nos propone el estudio es reconocer las tendencias que afectan a la humanidad. Los modelos de negocio “tradicionales” (veremos que son todos, hasta los de más reciente aparición) se verán afectados por esta serie de tendencias que podrán potenciar la generación de valor o amenazan ese mismo valor.
Positivos
Aumento de la adopción de nuevas tecnologías. |
Mayor disponibilidad de big data. |
Avances en internet móvil. |
Avances en inteligencia artificial. |
Avances en la tecnología de la nube. |
Cambios en el crecimiento económico nacional. |
Expansión de la riqueza en economías en desarrollo. |
Expansión de la educación. |
Avances en nuevos suministros y tecnologías energéticas. |
Expansión de las clases medias. |
Negativos
Creciente proteccionismo |
Aumento de las amenazas cibernéticas. |
Cambios en la política de los gobiernos. |
Efectos del cambio climático. |
Sociedades cada vez más envejecidas. |
Cambios en la legislación sobre migración de talentos. |
Cambios en el crecimiento económico nacional. |
Cambios de mentalidad entre la nueva generación y las anteriores |
Cambios en el crecimiento macroeconómico global. |
Avances en inteligencia artificial. |
Lo que quiero destacar es que la tecnología es el motor de las oportunidades. La movilidad y su uso cómo conexión a internet (de alta velocidad), la inteligencia artificial, la analítica asociada al Big Data y el “cloud compunting”.
Y esto es lo primero que tenemos que dejar claro. Lo que tratamos aquí no es un sector o de un modelo concreto de algún aspecto del conocimiento. Es la revolución de todas las áreas de conocimiento, sociales y económicos. Tanto es así que sólo podemos decir que estamos abrumados, preocupados y vigilantes. Tanto como esperanzados y animados.
Sólo con la computación en la nube es posible el consumo masivo de datos en entornos de analítica avanzada y encontrar más precisión en definir tanto qué está pasando cómo predecir lo que va a pasar. Ahora bien. No se trata de mejoras sino algo más profundo. Una disrupción, el cambio tecnológico, que provocará esas nuevas oportunidades como la destrucción de las tecnologías presentes.
Contra esas amenazas cercanas, ante esa destrucción que ya vemos, está el proteccionismo. Tenemos que ver y asumir que el proteccionismo es una mala decisión. Las amenazas cibernéticas, por la exposición cada vez mayor de los activos en la nube, lo cambios en las políticas gubernamentales, ante la volatilidad del populismo, el cambio climático y el envejecimiento de la población, todas ellas son más o menos ciertas.
Existe otra gran amenaza que no se cita. Y es la reacción de las elites contra el cambio. Y, como siempre, se agarrarán a ideologías de raza, nación, religión o clase social. En estas amenazas se mezcla una incertidumbre negativa y otra positiva, pero siempre dentro de la perspectiva de un cambio en marcha que puede retrasarse, pero no se puede evitar. Los parásitos de esa incertidumbre no dejarán de ganar poder y, esta vez, tendríamos que saber adelantarnos. Inversiones en tecnologías al 2018
El Foro Económico Mundial ha realizado una aproximación, por medio de encuestas a empresas, sobre el cambio de paradigma en el empleo. Primero destaca las inversiones hasta el 2018. Con respecto a esto, las empresas creen que tendrán que invertir en diversas tecnologías y por este orden de magnitud.
A estas tecnologías tenemos que relacionarlas con las habilidades que las pueden cubrir y ver, hasta qué punto, eso puede ser una realidad. Este es el cuadro que se nos propone:
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Hoy, 2018 (a la fecha del estudio)
- Pensamiento analítico e innovación.
- Resolución de problemas complejos.
- Pensamiento crítico y análisis.
- Aprendizaje activo y estrategias de aprendizaje.
- Creatividad, originalidad e iniciativa.
- Atención al detalle, confiabilidad.
- Inteligencia emocional
- Razonamiento, resolución de problemas e ideación.
- Liderazgo e influencia social.
- Coordinación y gestión del tiempo.
Tendencias, 2022
- Pensamiento analítico e innovación.
- Aprendizaje activo y estrategias de aprendizaje.
- Creatividad, originalidad e iniciativa.
- Diseño y programación de tecnología.
- Pensamiento crítico y análisis.
- Resolución de problemas complejos.
- Liderazgo e influencia social.
- Inteligencia emocional
- Razonamiento, resolución de problemas e ideación.
- Análisis y evaluación de sistemas.
En declive, 2022
- Destreza manual, resistencia y precisión.
- Memoria, habilidades verbales, auditivas y espaciales.
- Gestión de recursos financieros, materiales.
- Instalación y mantenimiento de tecnología.
- Lectura, escritura, matemáticas y escucha activa.
- Gestión de personal
- Control de calidad y conciencia de seguridad.
- Coordinación y gestión del tiempo.
- Habilidades visuales, auditivas y del habla.
- Uso de la tecnología, monitoreo y control.
A simple vista, los conocimientos que se esperan tienen que ver con datos, inteligencia de los datos, toma de decisiones, pero con un componente creativo, innovador. Una mezcla del uso de tecnologías informáticas (programación y diseño) con una gran capacidad humanista. Tanto es así, que se hará hincapié en las habilidades de autoformación y estrategias de aprendizaje, pensamiento crítico y resolución de problemas complejos. Todo ello orientado al liderazgo e inteligencia emocional para llevar a cabo ese liderazgo y/o el trabajo en equipo.
No hay mención alguna a los conocimientos que impliquen destrezas de memoria, espaciales o el uso de tecnología para la gestión de calidad o control. Todo esto lo va a realizar el software.
Las consecuencias de la revolución en la tecnología
Estos cambios que se proponen, tanto creativos como disruptivos, van a tener un impacto gradual en la actualidad. Se van a destruir empleos, así como se crearán nuevos. Esta desaparición no está en línea con la capacidad de adaptación de cada área o país. Veamos el impacto:
En esta grafica vemos la destrucción por áreas geográficas, así como la capacidad para la creación de nuevos empleos. La adaptación a los nuevos cambios tecnológicos crea algunos espejismos. ¿China es la nueva Unión Soviética? USA vuelve a estar en el liderazgo de una revolución industrial, pero ¿cederá ese liderazgo a China? En medio, otras áreas reaccionan destruyendo más de lo que crean, lo que ha provocado las revueltas que, hasta diciembre de 2019, se hacen patentes por medio mundo. No toda la riqueza de un país es su PIB.
Competencias
Estamos hablando de nuevas competencias que llegan desde las nuevas tecnologías. Podemos distinguir dos áreas.
La primera es la relacionada con la computación y del desarrollo de programas, la segunda más con el conocimiento, la ciencia y el humanismo.
La idea es que el software va a hacer desaparecer todas las tareas que se puedan desarrollar en algoritmos (2 + 2 es un algoritmo) y que se puedan automatizar de alguna manera. En una primera fase serán todas las tareas que ya sabemos hacer y en una segunda fase entraremos en nuevas profesiones. En cuanto a la primera fase llegaremos hasta la robotización y el uso intensivo de la Inteligencia Artificial.
Esto ya está generando una incertidumbre mala, la que destruye empleos y clases sociales. En la segunda fase las cosas cambiarán tanto que sólo propondremos algunas intuiciones, lo que nos llevará a la incertidumbre buena, la que nos amplia nuestra capacidad de crear. Ahora bien, entre una y otra, en las anteriores revoluciones, pasaron cosas terribles. Las mayores atrocidades desde los sistemas del Antiguo Régimen y la llegada de los totalitarismos. Somos capaces de desarrollar conciertos de cámara cómo cámaras de gas. Este vértigo es el que tenemos que salvar con la incertidumbre negativa, los desafíos que nos produce y cómo poder salvarlos.
Conclusión
En conclusión tenemos una revolución tecnológica que nos exige repensar nuestras capacidades, que estás están relacionadas con el conocimiento, aplicado, y que esto no va a ocurrir en todos los lugares del mundo de la misma forma. Dónde desaparecen clases sociales a miles de kilómetros aparecen las mismas. La mujer no se conforma con una igualdad que no se vea. Mientras Europa envejece y los países con menos desarrollo ven como sus poblaciones se dispersan por todo occidente.
En medio de todo ello nos amenaza de nuevo el populismo de la lucha de clases tanto como el nacionalismo de extrema derecha. Tienen discursos de venta a las dimensiones más pasionales y no de ideas. Hay una losa de plomo de lo políticamente correcto que no permite discutir. Cuando se hace, es con discursos de odio, envidia y revancha. Nada nuevo bajo el Sol, lo que intentaremos explicar cómo ideologías.
Pero también vivimos en una globalización de hecho, compartimos toda la Humanidad esos cambios, tenemos acceso a bienes y servicios cómo nunca, al alcance de un clic. Internet nos pone al alcance de los dedos conocimiento y creación como jamás se haya visto. Tanto que no sabemos qué hacer. A la vez, todo se concentra en megaurbes dónde la economía de escala permite que el uso componente físico, las comunicaciones y la concentración de talento.
Pero estos cambios dejan y dejarán atrás a muchos “descartados”, que se ven afectados por la emergencia climática y a la geopolítica dónde las castas privilegiadas de la vieja economía luchan por mantenerse en el poder.
Lo que sí está claro es que parece que estos cambios no son cualquier cambio. Son un momento de la Humanidad especial, único y con pocas referencias en el pasado. De otro modo no estaríamos viendo sus efectos en tantos aspectos de nuestras culturas.