Resumen de lo publicado
En las entradas anteriores establecimos, con cierta agilidad, un marco de reflexión. Las primeras conclusiones que sacamos son estas:
- La evolución de las soluciones en el cloud computing han llegado algo más tarde que el desarrollo de la metodología BIM
- Nos hemos centrado en el diseño CAD, 3D, 4D… y no tanto en el valor de la presencia del promotor como integrador.
- La evolución del software, más que una eterna lucha por estar a la última, se ha convertido en una gestión inteligente de datos. El desarrollo cada vez más automatiza la recopilación de datos y procesos.
Esto genera perplejidad e incertidumbre. ¿Dónde y cómo avanzar en proyectos orientados a los datos? Insistimos en al valor extraordinario que a todo ello presta la Gestión de Carteras.
El caos en la cadena de valor
Hemos visto como el promotor es quien podría integrar todos los usos BIM y que su gobierno está en el uso de la nube. Es más que software. Pero el promotor no está. El peso de la integración ha pasado a ser un problema. Los arquitectos, en ocasiones mal pagados, realizan el trabajo que pueden en las horas que se les paga, las empresas instaladoras reciben los planos llenos de errores y tienen que hacer sus propios desarrollos BIM, las constructoras tienen un cuello de botella en la ejecución, donde el BIM no tiene relación directa con quien ejecuta cada parte.
Hemos visto como C2B PLATFORM es capaz de salvar estos retos de una forma eficaz. Pero vamos más allá. La presentación de la realidad puede comenzar en la definición del activo. Desde esa representación podríamos construir un BIM más preciso en el momento de evaluar ese activo. Todo ello continúa con la aparición de todos los implicados para, de forma flexible y adaptativa, podamos controlar todo el ciclo de vida.
Vamos a centrar un poco más el tiro. BIM es «compartir» la información relevante desde que se define el activo, su transformación en el tiempo hasta que su demolición. Diferentes implicados, en diferentes fases, que insertan, extraen, actualizan o modifican la INFORMACIÓN, los datos convertidos en información gracias al contexto, para la mejor toma de decisiones. En esto, la IA va a comenzar a realizar la parte más previsible. Así que nos adherimos a la definición del NBIMS:
“… a digital representation of physical and functional characteristics of a facility. A BIM is a shared knowledge resource for information about a facility forming a reliable basis for decisions during its life-cycle; defined as existing from earliest conception to demolition. A basic premise of BIM is the collaboration by different stakeholders at different phases of the life cycle of a facility to insert, extract, update or modify information in the BIM to support and reflect the roles of that stakeholder.”
Más que software, la gestión del dato y la información
Estamos perplejos ante el cambio, ante la IV Revolución Industrial. Esto último se traduce en lo que «ya» sabemos hacer, lo estamos desplazando a las «máquinas». Cada paso que se da hace más irrelevante la experiencia y conocimientos individuales. Precariza el valor añadido de miles de profesionales. Nos queda más claro si a esto le añadimos la irrupción de la forma colaborativa en compartir el conocimiento, de forma libre y gratuita, la automatización de tareas y procesos, internamente, siempre será más caro que ir al mundo libre y esperar a encontrar un solución. A la vez, estamos atados a los desarrollos internos, inversiones millonarias y que intentar «congelar» el valor añadido, esperando a que la integración no sea más costosa que los beneficios.
Este es el reto: ¿somos capaces de aligerar la interacción entre personas y tecnología? La incertidumbre sobre qué hacer, esa revolución pendiente, ¿está buscando la forma automatizada de hacerlo?
Todo lo que sabemos, nuestro conocimiento, pasarlo a activos digitales, proponer procesos, automatizarlos, pero de tal forma que la tecnología sea flexible para integrar y remodelarlo todo. ¿Se puede hacer de tal forma que se automatice?
En este océano de cambio radical tenemos que contar con empresas que sean grupos pequeños, que hacen foco en una parte del problema, y que sepan escalar la solución y hacerla transversal a cualquier sector que posea activos dónde, medir lo real, sea tan importante o más, que modelar digital de ese mismo activo.
El exceso de sentido
El por qué de lo anterior es el exceso de sentido, el exceso de departamentos, de infraestructuras tecnológicas y de procesos donde la innovación no puede darse porque es más importante, para empezar a hablar, sobrevivir a esta selva.
Checktobuild es capaz de acortar estos procesos de automatización. Es muy importante considerar que, a falta de dueño del proceso, a falta de promotores que desarrollen la plataforma de colaboración, podemos asegurar que lo real, lo que somos capaces de digitalizar, «manda». Lo que podemos llegar a crear con nuestros modelos es la «realidad» y se ha de imponer a todos los implicados. Quien tiene a Checktobuild de su parte será el que domine la cadena de valor en cualquier punto.
Esta es nuestra apuesta, la realidad. Contra los datos sólo queda tomar decisiones ciertas y tener un punto de partida sin discusiones.